El talento argentino sigue conquistando Europa, y esta vez el protagonista es Ezequiel “Equi” Fernández. El exmediocampista de Boca, de 23 años, se ganó en pocas semanas el reconocimiento de hinchas, compañeros y dirigentes del Bayer Leverkusen. Su rápida adaptación al equipo de Xabi Alonso y su rendimiento en la Bundesliga encendieron una nueva ilusión entre los fanáticos alemanes.
Simon Rolfes, director deportivo del club, no escatimó elogios para el joven argentino. “Tiene un futuro brillante. Estoy muy contento de que esté aquí”, aseguró el exjugador, ahora encargado de la planificación deportiva del Leverkusen. Para Rolfes, lo que más impresiona de Equi no es solo su técnica, sino su madurez: “Posee una gran personalidad, asume responsabilidades y tiene una forma de actuar que contagia a sus compañeros”.
El dirigente también destacó que Fernández no puede encasillarse como un simple mediocampista defensivo: “Domina el juego con sus pases y su visión. Es un jugador que entiende los tiempos y sabe cuándo acelerar o pausar”. Su capacidad para distribuir el balón con ambas piernas y su agresividad para recuperar lo convierten en una pieza moderna, ideal para el estilo del Leverkusen campeón.
Su llegada no estuvo exenta de tropiezos. En su debut, el argentino fue expulsado tras recibir dos amarillas en apenas 15 minutos, un arranque que parecía complicar su adaptación. Pero Equi respondió con carácter: fue titular en cinco de los seis partidos siguientes y aprovechó la lesión de Exequiel Palacios para consolidarse en el "11". Rolfes lo sintetizó así: “Tuvo un partido realmente bueno contra Union Berlin, y desde entonces no paró de crecer”.
El contexto también lo favorece. En Leverkusen, Fernández comparte vestuario con otros compatriotas: Claudio “Diablito” Echeverri, Alejo Sarco y el propio Palacios. Esa presencia argentina en el plantel facilitó su integración tanto dentro como fuera del campo.
Con proyección, temple y una personalidad que ya cautiva a Alemania, Ezequiel Fernández se encamina a convertirse en uno de los mediocampistas más prometedores del fútbol europeo. En el Bayer Leverkusen, su presente ya entusiasma; y su futuro, como anticipó Rolfes, parece verdaderamente brillante.